Familia Gómez Galindo

Monterrey

En un
“territorio muy olvidado” por los gobernantes de su ciudad, la familia Gómez Galindo se sostiene optimista y unida. La inseguridad de su colonia, los problemas con el drenaje y los cortes de agua y luz, sin innegables, pero la familia tiene una preocupación mayor al interior de su hogar: el cuidado de la mamá que, con 98 años y una situación de salud delicada, mantiene a los hijos y nietos dentro de en una sólida red de apoyo. “Somos unidos, nos apoyamos, no nos peleamos. Si nos enojamos es solamente un rato, porque no nos hemos separado por un enojo o porque entre hermanos nos peleamos. Ése es un logro, algo que reconocemos en la familia. A pesar de las penas, de las adversidades, sabemos reír, sabemos ser felices”, admite Gloria. 

 

Luis, el hermano más joven, dedica prácticamente todo su tiempo en atender a su mamá. Aunque tiene estudios como ingeniero programador, tras la muerte de su padre el año pasado, la organización familiar ahora permite que Luis no trabaje y permanezca en casa. Gloria, por su parte, es subdirectora de una escuela secundaria y apoya con tareas y gastos del hogar al igual que Félix, quien es maestro de nivel medio superior. Isela es secretaria en una secundaria y es quien administra los gastos en casa, cubiertos, en su mayoría, por todos los hijos y con la pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores que recibe su mamá. 


Si bien los ingresos no son insuficientes, el cuidado del dinero es un tema central. Los integrantes de esta familia son trabajadores y tienen un sentido de grupo muy arraigado que les permite salir adelante sin contratiempos, pero Isela reconoce que hacen faltan recursos adicionales para cubrir pagos no planeados como mejoras a su casa o la compra de un nuevo electrodoméstico. También, la familia enfrenta la falta de distribución de medicamentos en el servicio de salud pública y un incremento importante en los precios de los alimentos. “Vas al súper para la comida de diario y te gastas $600”, dice Isela. “No hay control de precios como antes. Todo el mundo respetaba la canasta básica, pero ahora vas a una tienda y está el huevo en $80, en otra en $90 y en otra en $100”, agrega Gloria. 

Sin perder de vista el contexto de las elecciones nacionales, la familia Gómez Galindo está inmersa en un escenario con urgencias cotidianas. Un candado cierra la puerta de su casa, revelando un contexto de inseguridad. La tos prolongada de algunos de los miembros de la familia es evidencia de los altos índices de contaminación en el aire. Los baches y la basura en las calles son el resultado del descuido de las autoridades locales. ¿Qué les depara el futuro? En busca de una mejor calidad de vida, todos tienen proyectos como alcanzar un nuevo empleo, cambiar de carro por un modelo más nuevo y, por supuesto, seguir recibiendo a toda su familia los fines de semana y ofrecerles carne asada y cerveza como símbolos de unión.

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